miércoles, 27 de enero de 2010

Las Estaciones, de Artavadz Peleichan.



Me parece que el ejercicio de estar, de ser en la forma pura, de convertirse en un ente aparte-observador, camuflajearse con el viento y lograr que la cámara forme parte del inconciente colectivo, es ya una revelación muy vieja, recordando a un mexicano por ejemplo, Carlos Reygadas o su pupilo Amat Escalante, en cualquier ejemplo se logra percibir influencia, que si no directa de Peleichan, si desde el deseo de sacar los más exquisitos frutos de cualquier personaje que aparezca en la pantalla. La idea de no-actuación nos queda bien ejemplificada cuando Peleichan ronda por un pueblo, se mezcla entre ganados, haciendo explosiones de significación por un lado y una exquisita plástica por otro lado, porque incluso logra que las nubes actuen de forma natural.

Acerca de la cuestión sobre si "Las estaciones"
es una película documental o de ficción, yo pienso:


"Las estaciones" es una película naturalmente documental pero ficcionando los momentos expontaneos, por ejemplo a la hora de cambiar de encuadre en una misma acción, dos puntos de vista distintos cuando un personaje cae con su cocecha en picada desde la montaña.

- Ya ni hablar de la música

Nobody´s Business


Cosas que tengo que decir sobre Nobody´s Business, que quizá se piensen aisladas, sin embargo todo eso junto, y más, forman la gramática de Alan Berliner:

- Lograr ver el pasado reflejado en el presente de un rostro. La riqueza del retrato.

- Plasmar comportamientos humanos convirtiendo el documental en un objeto de estudio multisciplimnario.

- Tratando el tema del Amor desde una perspectiva propia, sin ser cursi.

- Preguntas inteligentes, producto de una precisa investigación.

- El manejo del multiformato.

- El sonido como una doble significación, armonizando el video y el audio, nunca redundando la imagen.

- Montaje expresivo, bien esculpidito.