lunes, 22 de febrero de 2010

Autoretrato de Oliver Victoria

Un plan autobiográfico

Para mi una autobiografía es algo muy delicado, que solo los inteligentes pueden hacer, pues requiere no solo la capacidad de salirse de un cuerpo propio sino la habilidad para sentirse bien por los peores rasgos. Imagino una autobiografía en donde yo nunca aparezca a cuadro, o quizá en un solo cuadro para que el ojo humano sea incapaz de percibirlo.

Un retrato de mi casa, pero principalmente de mi recámara, ponerme de lado de las cosas que me observan la mayoría del tiempo y en distintas facetas, los colores que reflejan mis ánimos, tipos de objetos, cosas que más uso, cosas que no sirven pero que sigo conservando por alguna razón, mis cajones, o mi ropa por ejemplo.

Un exploración de mi computadora, un resumen de toda la información que se encuentra dentro de un disco duro que es una extensión de mi cerebro.

Una mirada a todos mis libros, los autores preferidos e incluso los libros que no he leído.

Enseñar mi tipo de letra, no importa desde que tipo de texto se muestre.

El timbre de mi voz diciendo mi nombre completo.

Y al final imágenes clave como:

Una playa paradisíaca.

Muchos deportes.

Una cabaña en medio de montañas.

Mi canon de belleza femenino.

Todas las drogas que he usado.

Una foto de Oasis.

Un gato.

Mi hija Regina.


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